Edificio de oficinas Diputación de Alicante
Office building Local Government of Alicante
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Arquitectos/Architects:
Javier García-Solera. Alfredo Payá.
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El edificio de la calle Tucumán supone la ampliación, en un solar diferente y no anexo, del Palacio de la Diputación Provincial de Alicante. El solar presenta una fachada relativamente estrecha (21 metros) y de mucho fondo (42 metros). Es basicamente rectangular con un ensanche irregular en su segunda mitad. Su uso: exclusivamente oficinas.

La nueva edificación se sitúa en el solar de forma libre, liberando partes en planta que le permitan ordenar su geometría y forzar orientaciones más apropiadas que la de su fachada a calle. Con su fachada principal a Poniente y las interiores buscando a Norte la luz de Sur reflejada, la edificación se instala en el interior del solar según sus propias leyes, apoyandose en su sección  para garantizar un óptimo aprovechamiento de la luz natural.

La planta se resuelve con un esquema simétrico, de gran eficacia funcional, que divide cada nivel en cuatro salas diferenciadas pero no estancas entre sí. El conjunto completo en sus cinco alturas se resuelve sin ninguna puerta que compartimente espacios.

El resultado es la fragmentación del volumen en dos bloques ordenados por dos patios alargados (uno interior y otro exterior) que, interceptados por el eje principal, dan lugar a una descomposición del mismo en cuatro cajas en las que se irán albergando cada uno de los departamentos. Este esquema permite una relación visual directa con los jardines del Palacio desde cualquier punto de las circulaciones interiores.

La descomposición volumétrica del conjunto se refuerza manteniendo el tratamiento de fachada en la cara exterior de las cuatro cajas que lo componen. La cara interior se empanela con tableros de madera de DM que ocultan armarios empotrados en los muros de todo el perímetro.

El esquema de planta simétrica, escogido como se ha dicho por su gran eficacia funcional, se disuelve completamente en la imagen que se ofrece a la calle, asomándose a ella a través de una de sus fachadas laterales en la que se dibuja con extremado rifgor la proyección exacta de la sección  interior. La fachada a la calle carece de puerta, produciendose el acceso por la rasgadura que se genera entre los dos bloques.

Su enfrentamiento casi directo con el Palacio Casticista, sede política de la institución, justifica la definición plana y silenciosa de la fachada como actuación que, consciente de su "no protagonismo" delega toda significación al edificio principal sin renunciar a su propia presencia. El resultado es un edificio introvertido, cerrado a la calle, pero que mantiene desde el interior una intensa relación visual con el entorno inmediato. Un edificio para quien lo habita, proyectado y construido desde el convencimiento de que luz y espacio son los verdaderos protagonistas de la arquitectura.

The building on the Calle Tucumán is an expansion, although on a different rather than adjacent site to the Diputación Procinvial de Alicante. The site consists of a relatively narrow front (21 metres) and a long depth (42 metres). It is basically rectangular with an irregular widening in its second half. Its use: exclusively offices.

The new building is situated on the site as a free-standing building opening up spaces that permit it to organise its geometry and make more appropriate orientations than those of the facade facing the street. With its main facade facing west and the interiors looking north for the reflected light of the south, the building is situated within the interior of the site according to its own laws, its vertical section placed to make the optimum use of natural light.

The horizontal section consists of a summetrical plan of great functional efficiency that divides each level into four differentiated but nor static to one another. The complete unit of five floors is resolved without any door sharing spaces.

The reusult is the fragmentation of the volume into two blocks by two extended courtyards (one interior and one exterior) which intercepted by the main access allows for the descomposition  of this into four boxes in which will be housed  each of the departments. This plan permits a direct visual relationship with the Palacio gardens from anywhere in the interior circulation.

The volumetric descomposition of the building is reinforced maintaining the treatment of the facade on the exterior face of the four boxes which compose it. The interior face is panelled with wooden boards which conceal built-it cupboards in the walls all around the perimeter.

The symmetrical plan of the horizontal section, designed as has been said for great functional efficiency, disolves completely in the image offered to the street, looking out to it through one of its lateral facades in which is drawn with great meticulousness the exact projection of the interior section. The facade giving on to the street does not contain a door, the access being provided by the break which is generated between the two blocks.

Its almost direct facing to the Palacio Casticista, political headquarters of the institution, justifies the flat and silen definition of the facade as an act which conscious of its inferior rola delegates all significance to the main building without renouncing its own presence. The result is an introverted building, closed to the street, but which maintains from its interior an intense visual relationship with its inmmediate surroundings. A building for whoever may inhabit it, projected and constructed from the premis that light and space are the true protagonist of architecture.

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