Propuesta de intervención para la estabilización de resto de "suspensura" de las "termas de la muralla" (Plano perteneciente al Proyecto de Consolidación de 1993)/ Action proposal to stabilise the remains of the suspensura [vault] of the "Baths of the Walls" (plan from the Consolidation Project, 1993) Autores/Authors:
Rafael Pérez Jiménez (arquitecto/architect)
Manuel Olcina Doménech (arqueólogo/archaeologist)
Portada de la publicación / Cover of the Guidebook

La ciudad ibero-romana de Lucentum. Introducción a la investigación del yacimiento arqueológico y su recuperación como espacio público. El Tossal de Manises. Alicante

The ibero-roman city of Lucentum. Introduction to researching an archaeological site and reclaiming it as a public space. El Tossal de Manises. Alicante

 

El Tossal de Manises es el solar de la ciudad romana de Lvcentvm, la antigua Alicante, desarrollada a partir de un poblado ibérico y posiblemente de un establecimiento cartaginés. Es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Comunidad Valenciana. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1961. Se sitúa en la parte superior de una elevación(tossal) de 38 metros de altura junto al mar, a 3,5 Km del centro de la ciudad moderna, en el barrio de la albufereta.

Entre otras muchas razones que le confieren importancia, una de las más destacables es contener la trama urbana de una ciudad de la antigüedad, construida por los restos de los cimientos y muros de los edificios que la configuraban y las huellas de su evolución.

El trabajo en equipo del arquitecto y el arqueólogo en la recuperación de un yacimiento arqueológico parcialmente excavado y con sus ruinas arruinadas (valga la redundancia, nos interesa la expresión) por abandono y desidia desde cincuenta años atrás, se presenta como una tarea difícil y compleja, en la que hay que pensarlo dos veces como mínimo antes de hincarle el diente y tener mucho poder de persuasión para convencer al poder público del interés de gastar una peseta en ello.

El caso del Tossal de Manises, que contiene en su interior estratos superpuestos e incrustados de construcciones ibéricas, púnicas, romanas (republicanas e imperiales), islámicas (enterramientos en fosas) y contemporáneas (cimentaciones de edificios de apartamentos), teniendo sus peculiaridades, no es muy distinto del de otros yacimientos arqueológicos de mayor o menor interés que se excavaron e investigaron hace años sin un programa de consolidación de estructuras y conservación posterior, abandonados a su suerte en manos de los furtivos expoliadores y de los agentes atmosféricos desintegradores, cuando no de los especuladores inmobiliarios.

Dentro de la larga y tortuosa historia de amor y desamor de la sociedad alicantina hacia ese pequeño montecillo de "bellísima situación y deliciosa vista" (como calificaba al Tossal de Manises Antonio Valcárcel, conde de Lumiares, en su librito de 1780), que contiene las huellas de conexión con su pasado, existe un episodio muy interesante desde la perspectiva de la evolución urbanística de la zona, densamente edificada en la actualidad. Se trata de algo parecido a aquello de "lo que pudo ser y no fue". El proyecto de Urbanización de la Playa de San Juan en Alicante, redactado por el arquitecto Pedro Muguruza en 1949 como desarrollo del primer premio que él mismo obtuvo en el concurso nacional de anteproyectos para construir una Ciudad Satélite de Alicante en la playa, celebrado en 1933, ordenaba un amplio territorio que también alcanzaba la zona conocida como La Albufereta, reservando todo el Tossal de Manises (unas 15 Has.) para el "MVSEO DE LVCENTVM", tal como podemos observar rotulado en la planimetría. Tras largos años de vicisitudes, que lo llevaron incluso a la amenaza de desaparición, el yacimiento cuenta hoy con la tercera parte de aquella superficie delimitada por Muguruza y sin apenas una vista de referencia al mar, que se halla a 200 metros, gracias a la infranqueable y tupida barrera arquitectónica que también impide la llegada bonancible de las brisas. No obstante, a pesar de todo, el yacimiento se ha salvado, y después de cuatro años de trabajos intensos y de la apuesta inversora de la Administración se ha convertido en un espacio público cultural de primer orden en la comunidad valenciana.

Con la apertura del yacimiento en julio de 1998 culminó el objetivo de sacarlo del K.O. técnico en que se hallaba al comienzo de aquella década. La complejidad de esa aventura es difícil de entender si no se conocía el estado de partida de la cuestión, por lo que quedará en nuestra memoria y en la de unos cuantos individuos preocupados por una razón u otra por el patrimonio cultural.

Tres grandes problemas planteaba la recuperación del yacimiento:

—La enorme degradación de los restos arquitectónicos exhumados de la ciudad antigua durante las grandes campañas de excavaciones desarrolladas en el siglo XX. Que obligaría a intervenciones de consolidación y estabilización estructural a gran escala, en algunos casos de gran contundencia. También hubo que diseñar un sistema general de protección de frentes de tierras sin excavar y de drenaje de escorrentías de agua de lluvias torrenciales.

—La escasa documentación arqueológica del yacimiento. Que obligaría a practicar sondeos y prospecciones de confirmación de hipótesis, a redoblar los esfuerzos en búsqueda de información y estudio de tipos paralelos y a realizar un exhaustivo ejercicio de inventario y catalogación de elementos, que incluiría una renovación total de la topografía (incorporando un modelo digital del territorio en 3D) y el levantamiento de centenares de dibujos a distintas escalas.

—La degradación del territorio inmediato o entorno físico, materializada en los últimos treinta años, originada por un planeamiento urbanístico que dio la espalda al interés cultural del yacimiento arqueológico y a su integración como equipamiento en la ordenación. Hasta tal extremo llegó esta cuestión, que ha resultado un ejercicio de mucho ingenio encontrar el lugar óptimo para el acceso de visitantes al parque arqueológico, para el estacionamiento de sus vehículos y para las construcciones asociadas al servicio del parque y la atención al público.

El cuarto de los problemas no lo era del propio yacimiento sino del ejercicio profesional, ya que por aquel entonces (1993) no se conocían demasiados ejemplos de actuaciones integrales en yacimientos arqueológicos practicadas con rigor y disciplina.

La materialización de las propuestas de intervención fue llevada a cabo en dos proyectos consecutivos de ejecución: El Proyecto de Consolidación y el Proyecto de Musealización del yacimiento.

La base conceptual de la actuación en las estructuras y elementos arquitectónicos antiguos se ha regido por el convencimiento personal de que cualquier intervención sobre el patrimonio histórico construido materializa una de las muchas opciones posibles, por ello toda medida que se adopte para su estabilización y/o redefinición debe ser susceptible de eliminación o modificación sin comprometer la integridad de la obra original. Este principio indiscutible de reversibilidad, junto al de continuidad de la forma adoptado en las restituciones y el derivado del carácter didáctico y divulgativo de una musealización, han marcado en todo momento el alcance de la intervención.

La garantía de consecución del objetivo que implica la reversibilidad y reconocimiento de la actuación sobre las fábricas antiguas viene dada por los materiales empleados, las técnicas de puesta en obra, la documentación de los trabajos y, de forma muy característica, por el sistema diseñado de señalización, constituido por un elemento interior a base de fibra geotextil y otro exterior definido por un pequeño prisma de gres, que lleva grabada la fecha y la orientación de la intervención realizada.

Durante los trabajos de consolidación se operó sobre más de 7.000 m2 de superficie en planta, estabilizando tanto muros como cimientos, pavimentos de diferentes naturalezas constructivas y revestimientos. De las técnicas empleadas podemos destacar los recalces, los rellenos estructurales de núcleos de fábricas mediante inyección de argamasas fluidas por gravedad, la reposición de piezas desplazadas de fábricas de sillería y mampostería, la restitución de sectores de elementos murarios desaparecidos (hormigón de cal, fábricas mixtas en opus africanum, muretes de ladrillo, mamposterías y sillerías, etc.), la restauración de pavimentos y revestimientos (mosaicos en opus signinum, enlucidos y morteros hidráulicos), la protección de adobes antiguos mediante el encapsulamiento con reproducciones de los mismos, las reintegraciones de muchos y diversos materiales, los cosidos y soldaduras de bloques de piedra y los rejuntados de fábricas con morteros de cal aérea o hidráulica.

Para el estudio del empleo de la cal en los morteros, además de para modulaciones de espacios arquitectónicos romanos, tipologías y otras muchas singularidades, la fuente antigua más extensa y completa que hemos consultado continuamente ha sido la de Los Diez Libros de Arquitectura de M. Vitruvio, arquitecto del S. I a. C., que estableció la infalible mezcla de una de cal por tres de arena, las recetas para la puesta en obra del opus signinum, los cánones de los espacios forenses, etc., etc.

Debido a las condiciones físicas y geográficas del yacimiento, uno de los principales problemas para la adecuada conservación de los restos arquitectónicos es el control de los efectos que una eventual lluvia torrencial puede provocar a causa de las escorrentías superficiales del agua. Esta cuestión fue resuelta satisfactoriamente mediante la aplicación de protecciones superficiales a base de placas de hormigón coloreado en los frentes de tierra dejados por las excavaciones y el establecimiento de una red de drenajes y canalizaciones de desagüe, entre las que cabe destacar las que discurren por el interior de los tramos excavados de antiguas cloacas de la ciudad (calle del Foro, calle de Popilio y calle de la Chambilla).

Los trabajos de Musealización tuvieron como objetivo convertir el yacimiento en un espacio inteligible para el público no especializado y, como fijación obsesiva, compatibilizar la actuación en las ruinas con los elementos necesarios para reducir al mínimo cualquier barrera física en el itinerario de visita, de tal modo que pudiera configurarse un parque histórico cómodo de transitar, de comprender y de disfrutar por toda la sociedad. Las dotaciones que acogen, conectan, articulan y complementan la visita a las ruinas antiguas incluyen un pequeño pabellón, como portal de acceso y atención al visitante, una senda que guía el itinerario, jalonada por paneles informativos que completan mediante dibujos la experiencia visual que inicialmente se recibe, espacios para el esparcimiento y la comunicación, como la zona del aula abierta y el jardín de especies mediterráneas, y las instalaciones de iluminación para la visita nocturna, que por su singularidad recomendamos. El lenguaje cromático aportado por las extensiones de gravas de coloración diversa, ayuda a la comprensión del carácter de los distintos espacios antiguos: gravas amarillas para el sistema defensivo, verdes para las construcciones hidráulicas, rojas para las domésticas y blancas para las edificaciones de uso público.

La publicación editada con motivo de la apertura del yacimiento, subtitulada como "Introducción a la investigación del yacimiento arqueológico y su recuperación como espacio público", podemos considerarla como la guía de arquitectura de la ciudad antigua, al menos de la parte que conocemos hasta ahora. Se estructura en tres partes, una dedicada a la historia del lugar, otra a la descripción de su arquitectura y la tercera como conductora de la visita y memoria de los trabajos que han convertido el yacimiento en un parque arqueológico.

Alicante, julio de 2000

The Tossal de Manises is the site of the Roman city of Lvucentvm, the ancient Alicante, which grew out of an old Iberian settlement and, possibly, a Carthaginian colony. It is one of the most important archaeological sites in the Valencian Community, and was declared a Historic-Archaeological Monument in 1961. It lies at the top of a 38 metre high tossal or hill beside the sea, in the Albufereta quarter, 3.5 Km from the centre of the modern city.

It is important for many reasons but one of the main ones is that it comprises the urban layout of an ancient city, as it contains the foundations and walls of the buildings that shaped it and the traces of their evolution.

The team work of an architect and an archaeologist to reclaim a partly-excavated archaeological site where the ruins were in ruins (which may seem tautological but expresses the situation) due to the neglect and abandonment of the past fifty years was a difficult and complex task. It had to be thought over more than twice before undertaking the work and great powers of persuasion were necessary to convince the authorities that spending even a single peseta on it was of any interest.

The case of the Tossal de Manises, which contains superimposed and overlapping strata of Iberian, Carthaginian, Roman (Republican and Imperial), Islamic (grave burials) and contemporary (apartment block foundations) constructions, although it has its peculiarities, is not so very different to that of other archaeological sites of greater or lesser interest that were excavated and researched years ago without any plans for structural consolidation and subsequent conservation and were abandoned to their fate at the hands of stealthy pillagers and the ravages of the weather or the building speculators.

In the long and tortuous history of the people of Alicante’s love and lack of love for this small hill ("beautifully placed and with delicious views" as Antonio Valcárcel, Count of Lumiares, described the Tossal de Manises in a slim volume of 1780) that contains the traces which link the city to its past and is now densely built-up, one very interesting episode from the point of view of the urban evolution of the area is a case of "what might have been". In 1949 the architect Pedro Muguruza designed a plan for the Urban Development of Alicante’s San Juan beach as a result of the first prize he was awarded in the 1933 national ideas competition for a Satellite City for Alicante to be built in the beach area. This planning project, which covered a large area that also included the Albufereta zone, reserved the entire Tossal de Manises (about 15 hectares) for the "LVCENTVM MVSEVM", labelled as such on the plan. After many years and many vicissitudes that even included the threat of its total disappearance, the site is now a third of the area marked out by Muguruza and has barely a token glimpse of the sea, only 200 metres away, thanks to a dense, impassable barrier of buildings which also prevents the cooling breezes reaching it. However, despite everything, the site has been saved and after four years’ intense work and the decision of the authorities to fund it, is now one of the top public cultural spaces in the Valencian Community.

The opening of the site to the public in July 1998 crowned the efforts to save it from the state of technical knockout in which it was found at the beginning of the decade. It is difficult to understand the complexity of this adventure without having known the initial situation, which will remain in our memory and in that of a few individuals who, for one reason or another, took an interest in our cultural heritage.

The recovery of the side posed three great problems:

—The tremendous deterioration of the archaeological remains that had been excavated in the ancient city during the great excavation periods of the 20th century. These made it necessary to undertake large-scale structural consolidation and stabilisation work, of a very forcible nature in some cases. It was also necessary to design a general system to protect unexcavated earth faces and drain away the run-off water from torrential rainstorms.

—The scarcity of archaeological documents concerning the site. This made it necessary to carry out surveys and perform minor exploratory excavations to confirm the hypotheses, to increase the efforts to find information and to study parallel types and to carry out an exhaustive task of inventorying and cataloguing the elements, including a total renovation of the topography (including a 3D digital model of the site) and making hundreds of drawings to different scales.

—The deterioration of the immediate surroundings or physical environment that has taken place during the last thirty years as a result of an attitude to town planning that turned its back on the cultural interest of the archaeological site and did not provide for its zoning as a public service area. The situation reached such an extreme that it was quite a brain-teaser to find the best place for a visitors’ entrance and car park and for the buildings to serve the archaeological park and the public.

The fourth problem was related not to the site itself but to professional aspects. At that time (1993), not many examples were known of integral action projects for archaeological sites that had been carried out with rigour and discipline.

Our proposals materialised in two consecutive action plans for the site: the consolidation project and the museum-creation project.

The conceptual basis of the work on the ancient architectural structures and elements was governed by the personal conviction that any work on the historic built heritage materialises one of many possible options. Consequently, any measure that is taken to stabilise and/or redefine it must be capable of being removed or changed without affecting the integrity of the original work. This indisputable principle of reversibility, together with those of continuity of form in the restorations and the didactic and informative nature of a museum project were the permanent guidelines that determined the scope of the work to be done.

Reversibility and recognition of the work carried out on the ancient constructions are guaranteed by the materials and application methods employed, by documenting the work and, particularly, by the marking system designed for this work, which is composed of an interior, geotextile-based element and an exterior element, a small stoneware prism on which the date and type of work are engraved.

The consolidation work covered a ground surface area of over 7,000 m2 where walls, foundations, floor pavings and wall coverings of different types were stabilised. The methods employed included reinforcing the foundations, wall centre structural infilling using gravity injection of liquid mortars, rebuilding fallen sections of stone and rubble masonry, replacing wall sections that had disappeared (lime-based concrete, mixed fabrics of opus africanum, low walls in brick, stone and rubble masonry etc.), restoring floor pavings and wall coverings (opus signinum mosaics, rendering and hydraulic mortars), protecting ancient adobe fabrics by enclosing them in reproduction adobe, restoring many different materials to their places, and stitching together and cementing stone blocks and pointing the fabrics with slaked lime or hydraulic lime mortars.

For our studies of the use of lime in the mortars, the modulation of Roman architectural spaces, typologies and many other peculiarities, the most extensive and complete ancient source consulted was Vitruvius’ De architectura. This ten-volume book by a 1st century B.C. architect establishes the infallible ratio of one measure of lime to three of sand, the methods of laying and fixing opus signinum, the canonical proportions for the spaces of the forum, etc.

Given the physical and geographical conditions of the site, one of the main problems in the proper conservation of the architectural remains was to control the effects of surface water run-off from any torrential rainstorms. This question was solved satisfactorily by using slabs of coloured concrete as surface protection on the earth faces left by the excavations and installing a network of soak-aways and drainage channels, some of which run through the excavated stretches of the old city drains on the streets named Forum, Popilius and Chambilla [Spanish word for ‘stone wall supporting an iron fence’].

The purpose of the museum-creation project was to turn the site into a space that a non-specialist public could understand and, as an obsessive fixation, to make the work on the ruins compatible with the necessary elements to reduce any physical barrier on the visitors’ route to a minimum, in order to devise a historical park that everyone would find it easy to visit, understand and enjoy. The facilities to welcome visitors and to join up, structure and complement the itinerary through the ancient ruins include a small entrance and reception pavilion, a path to guide the tour, dotted with information panels with drawings that complete the initial visual information the visitor receives, leisure and information spaces such as the ‘open classroom’ area and the Mediterranean species garden and lighting installations for night-time visits, an unusual experience that is warmly recommended. Stretches of gravel are colour-coded as an aid to understanding the nature of the different ancient spaces: yellow for the fortifications, green for the water-related constructions, red for domestic buildings and white for public buildings.

The guidebook that has been published to coincide with the opening of the site to the public is subtitled "introduction to researching an archaeological site and reclaiming it as a public space". It can be considered an architectural guide to the ancient city, or at least to the part of it that we know to date. It is divided into three parts: one is the history of the site, the second is a description of its architecture and the third is a visitors’ guide and a description of the work that has converted the site into an archaeological park.

Alicante, July 2000

Pasarela y panel informativo en calle de Popilio / Walkway and information panel on Popilius street

Intervención en las "Termas de la muralla" (Creación del museo, 1996) / Work on the "Baths of the Walls" (Museum-creation stage, 1996)

Jardín mediterráneo / Mediterranean garden

Colaboradores / Collaborators:
Feliciana Sala Sellés, (arqueólogo /
archaeologist)
Julio Ramón Sánchez, (arqueólogo /
archaeologist)
Jesús Ángel Fuentes Ortega, (arquitecto. Ayudante de dirección de obra /
architect. Assistant executive architect)

Fotografías / Photographs: Rafael Pérez Jiménez.

 

 

Localización del Tossal de Manises. La Albufereta, Alicante / Location of the Tossal de Manises. La Albufereta, Alicante El yacimiento en 1986 / The site in 1986 Consolidación vaso de la "Gran Cisterna" (Opus caementicium/Hormigón de cal) / Consolidation of the "Great Cistern" reservoir (Opus caementicium/lime-based concrete) Pasarela en la puera oriental / Walkway at the East Gate