Las ciudades del denominado "arco" mediterráneo en La Plana de Castellón están viviendo un proceso de euforia desarrollista y una serie de fenómenos de dislocado y falso crecimiento, traducido en la permanente colonización intensiva y progresiva del territorio.

La continua fagocitación del medio natural y su sustitución por obra construida se multiplica bajo el síndrome arquitectónico de un postmodernismo torpe y feroz, donde la arqui-cultura de "parque temático" alcanza cotas irritantes. Es en este contexto (La Vall d'Uixó - año 2001- paradigma de lo que antecede) donde y cuando se concluye la primera fase del conjunto deportivo que proyectan J. Sanjuan y J. Fresneda para solucionar el principal equipamiento de este uso en la ciudad.

Muy atrás queda el año 1998 cuando el Ayuntamiento apuesta desafiante y esperanzado por esta propuesta que sus autores han demostrado sobradamente haber sido merecedora de aquella confianza depositada.

Los Arquitectos heredan una situación urbana muy comprometida. El Espacio Deportivo que debía solucionar el proyecto se desarrolla en un cruce de caminos y entre muchos "frentes", algunos de ellos resultados de auténticas y recientes batallas: tramas urbanas derivadas de las vías históricas de comunicación del XIX; colonias del capitalismo autárquico con obreros venidos a más; núcleos industriales burdamente reconvertidos a "terciario-re-habilitado" y nuevas redes con firma "de arquitecto" en estado de desarrollo que, se supone, debían propiciar la génesis de una nueva ciudad.

Un posicionamiento y un proyecto extremadamente difícil que se consigue solucionar brillantemente con dos claves proyectuales a las que Fresneda y Sanjuan nos tienen acostumbrados, las claves son precisas y explícitas pero muy difíciles de aplicar: sinceridad en planteamientos y soluciones arquitectónicas y honestidad en los contenidos y las formas.

El conjunto proyectado se desarrollaría en dos fases independientes: una inicial que contenía la piscina y otra posterior que representaría la rehabilitación del polideportivo existente y su ampliación de acuerdo con un programa funcional preciso.

Se ha cumplido la primera de las fases y hoy la piscina es una realidad al servicio de la población. Presidiendo por mérito propio la nueva fachada de la ciudad, el edificio se muestra en este cruce de caminos tal cual es: correcto, sin estruendos, sin posiciones truculentas, desde su sabio silencio, desde su magnífico ritmo regular y mediante su abstracto volumen de dinámica expansión espacial. Pero todo supeditado a las reglas de juego de la disciplina, las reglas de su ubicación, bajo la luz solar ... perfectamente orientado, perfectamente tamizado y totalmente conocido el caudal preciso que debe pasar para provocar en la sala un reflejo sobre el agua y un gradiente luminoso que signifique y sectorice por intensidad cada uno de los espacios dentro del espacio.

El dinámico interior esta desarrollado mediante un espléndido trabajo de control de la sección donde la perfecta transparencia del edificio en el sentido del acceso se combina con la dominante y deseada visión del espacio del agua, desde cualquier punto del edificio. La sala del agua es visible desde todos los puntos: desde la cafetería y desde las gradas del público, con un área ajardinada al final como escape visual exterior.

Todo esta dominado por un privilegiado y discreto punto de control. Control de las circulaciones, de los accesos y casi de las propias actividades de natación. Administración en la planta superior y vestuarios con las instalaciones en la planta inferior. Una solución funcional impecablemente encajada con el uso y disposición del espacio.

Y es que en el edificio todo es lo que parece y nada se desfigura en favor de la apariencia. Los cierres y elementos estructurales de hormigón blanco configuran formalmente el interior y la mayor parte del exterior.

Los pavimentos de panot ascienden por las paredes para conformar pedestales en las áreas de control y cafetería y unos discretos paneles de madera conforman con la misma tonalidad falsos techos, soportes de gradas y zócalos de baño. La realidad de las cerrajerías galvanizadas se lleva hasta las ultimas consecuencias en las piezas interiores de mobiliario mientras el conjunto inspira una explícita voluntad lingüística de mantener todos los elementos de la composición en línea de enrasado unos respecto a otros. Los hechos evidencian un dominio técnico absoluto. En esta arquitectura de Fresneda y Sanjuan se demuestra de nuevo la validez de la precisión corbusierana que apostilla que "las técnicas son la base del lirismo... y el lirismo abunda en su obra de Vall d' Uixó.

The so called "Mediterranean arc" towns of the Castellón plain district are undergoing a development boom accompanied by a series of dislocation and false growth phenomena that are materialising in an increasingly intensive permanent colonisation of the landscape.

This continuous swallowing up of the natural environment and its replacement by buildings is multiplied by an architectural syndrome, a ferocious, clumsy postmodernism where the "theme park" archi-culture reaches irritating levels. This is the context (La Vall d'Uixó - year 2001 - paradigm of all this) in which the first phase of the sports complex designed by J. Sanjuan and J. Fresneda to resolve the main facilities of this type in the town has been completed.

Time has passed since 1998, when the hopeful town council defiantly opted for this design. These architects have amply demonstrated that they deserved the trust placed in them.

They inherited a very awkward urban reality. The Sports Space for which the project was designed is sited at a crossroads with many "fronts", some of which are the result of recent pitched battles: urban layouts based on historic 19th century communication routes; Franco-era workers colonies where the workers have come up in the world, industrial areas clumsily converted into "rehabilitated service uses" and new "architect-designed" networks under development which were supposed to foster the genesis of a new town.

The extremely difficult site and project were solved brilliantly by two key factors we have grown accustomed to finding in Fresneda and Sanjuan. These keys are precise and explicit but nonetheless very difficult to apply: sincerity of approach and architectural solutions and honesty of content and form.

The sports complex project was to be built in two separate stages: first the swimming pool and then the rehabilitation of the existing sports centre and its extension to fulfil a precise functional brief.

The first stage is now built and the swimming pool is open to the public. The building stands at the crossroads and presides over the new façade of the town in its own right, showing itself for what it is: correct, without stridency or extravagant posturing, in its wise silence, its magnificent regularity of rhythm, an abstract volume with a dynamic spatial expansion. Everything is subordinated to the rules of the game, those of discipline, to the rules of its siting under the light of the sun... perfectly oriented, perfectly filtered in a totally knowledge of the precise amount that must enter the hall in order to sparkle on the water and produce a graded luminosity that signifies and sectorises the intensity of each of the spaces within the space.

The dynamic interior is developed with a splendid control of section where the prefect transparency of the building from the access direction is combined with the dominant, desired view of the space of water from all parts of the building. The pool hall is visible from every point, from the cafeteria and from the stands, with a garden area at the end as an external visual escape.

Everything is dominated by an exceptional yet discreet control point which controls the circulation areas, the entrances, practically even the swimming. The administration is on the floor above and the changing rooms and installations on the floor below. This functional solution is impeccably fitted together with the use and arrangement of space.

The fact is that everything in this building is what it appears to be and nothing is deformed for the sake of appearance. Its skin and white concrete structural elements give formal shape to the interior and to most of the exterior.

The panot paving slabs rise up the walls, forming pedestals in the control areas and cafeteria, while discreet wood panelling gives the ceilings the same tone as the supporting structure of the stands and the skirting of the bathing area. The reality of the galvanised ironmongery is taken to its logical extreme in the internal furniture while the whole breathes an explicit linguistic will to keep all the elements of the composition level on the same line. Everything shows complete technical mastery. Fresneda and Sanjuan's architecture once again demonstrates the relevance of Le Corbusier's saying that "technique is the basis for lyricism"... and lyricism abounds in their work in La Vall d'Uixó.

Instalaciones / Installations:
J.G. ASOCIADOS (Ingenieros consultores / Consulting engineers)
Emilio González Gaya (Ingeniero Industrial / Industrial engineer)

Colaboradores proyectistas / Design assistants:
Javier Sánchez Rodríguez
Mario Sanjuán

Mediciones y presupuesto / Quantity surveying:
Juan José Núñez del Río (Arquitecto técnico / Technical architect)

Dirección de obra / Executive architects:
Arquitectos / Architects : Javier Fresneda Puerto y Javier Sanjuán Calle
Arquitecto técnico / Technical architect: José Antonio Barrachina

Empresa Constructora / Contractor:
FOCONSA
Jefe de Obra / Site manager:
José Antonio Remolar (Arquitecto Técnico / Technical architect)

Fotografía / Photographs:
Pablo Álvarez Causo