Plan Especial de protección del patrimonio
arquitectónico y urbano de “La
Villa” de Requena
Special Plan for the protection of the architectural and urban heritage of Requena´s “La Vila” quarter |
Mención
COACV 2003-2004/2003-2004 COACV Mention Figuras de planeamiento urbanístico/Town planning features |
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Leopoldo Piles Merelo
Gonzalo Vicente-Almazán Pérez de Petinto Javier Soriano Rams Felipe Abarca González |
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DESARROLLO
HISTÓRICO
Requena está situada en el camino natural entre la meseta y la costa mediterránea. Los primeros asentamientos humanos se producen aprovechando una plataforma caliza de unas 7 ha. de superficie, tangente al camino y elevada unos 10 metros sobre la llanura circundante. Esta característica geológica ofrece una defensa natural ideal para consolidar una población estable. La forma y dimensiones de la plataforma se constituirán en la característica física determinante de la morfología del barrio de La Villa, núcleo histórico de la ciudad. Se tiene conocimiento de presencia íbera, romana y visigoda, de la cual solo quedan vestigios arqueológicos. La estructura urbana que hoy podemos observar, se corresponde fundamentalmente con la implantación de época musulmana y las profundas transformaciones producidas tras la conquista cristiana. El emplazamiento elevado de La Villa y en consecuencia su carácter defensivo justifican su origen, su apogeo urbano, y su pervivencia durante siglos como estratégico paso fronterizo entre Valencia y Castilla. A partir de las últimas grandes modificaciones de finales del siglo XVII y principios del XVIII, la trama ha permanecido prácticamente inalterada hasta nuestros días. El final de la guerra de sucesión supuso el principio de la paulatina perdida de la importancia defensiva y estratégica de la ciudad. Los inicios de la revolución industrial pusieron en evidencia la obsolescencia de una trama urbana demasiado encorsetada como para permitir las transformaciones que los nuevos tiempos demandaban. La ciudad comienza a expandirse, a partir de entonces, en el llano entre el antiguo casco y el barrio de Las Peñas, hasta que en 1941, con el Plan Borso, se dibuja definitivamente la nueva ciudad. El barrio de La Villa se mantiene con carácter de zona residencial, iniciándose una fuerte degradación a finales del s. XIX. JUSTIFICACIÓN DEL PLAN ESPECIAL El casco antiguo de Requena conserva las características que definen la ciudad tradicional preindustrial: está perfectamente delimitada y acotada, en nuestro caso por la conjunción de la geografía y de las murallas; se define arquitectónicamente por una serie de emergencias -los monumentos- que soportan la carga simbólica y representativa de la ciudad, y por el tejido, conjunto de edificaciones que tienen el valor de fondo, opaco y granulado, necesario para enfocar correctamente la jerarquía social y figurativa de los hechos primarios. Nos encontramos con monumentos de gran valor considerados aisladamente, como las Iglesias de Santa Maria, San Nicolás y El Salvador, el conjunto de la Alcazaba y diversos palacios de mérito, a los que se une, en este caso, la masa de construcciones menores destinadas a residencia, que nos da la posibilidad de percibir un conjunto prácticamente inalterado en los últimos doscientos años. La secuencia de calles y plazas permiten percibir el valor patrimonial del conjunto como organismo urbano cocido a fuego lento durante siglos. Estas características conceden al barrio de la Villa un alto valor arquitectónico y urbanístico justificando las necesarias medidas de protección. Este valor patrimonial se reconoce en diversos documentos a partir su declaración como Conjunto Histórico Artístico en 1966. LAS POLÍTICAS DE INTERVENCIÓN Desde la declaración de 1966, las políticas de protección que se han llevado a cabo, se pueden agrupar según dos líneas estratégicas: * Políticas proteccionistas, destinadas a analizar y describir el bien protegido e impedir las intervenciones que puedan alterar el estado de dichos bienes. Son prácticas que en principio se apoyan especialmente en los hechos arquitectónicos relevantes, ejerciendo una labor de tutela y policía. Dentro de este grupo están las propias declaraciones de monumentos de las Iglesias y murallas (1931), la declaración de 1966, y los Estudios Básicos Previos a un Programa de Rehabilitación Integrada, redactado por la Dirección General de Arquitectura y Vivienda del MOPU a partir de 1979 y que constituye la primera aproximación disciplinar al conocimiento del Centro Histórico de Requena. * Políticas intervencionistas, destinadas a promover y dirigir actuaciones concretas de rehabilitación de edificios y recualificación de espacios públicos. Dentro de este grupo se encuentran las diversas intervenciones de rehabilitación de monumentos (Iglesia de Santa Maria, Alcazaba y Murallas, Palacio del Cid...), el Plan de Actuación de la Villa de Requena, motivo de un convenio entre el Ayuntamiento y la Dirección General de Arquitectura y Vivienda, del año 1992, antecedente directo del Plan Especial, en el que se establecían criterios de intervención, tanto en los espacios públicos como en la edificación, con la voluntad de canalizar los fondos públicos de manera ordenada y estratégica. Fruto de este documento son diversas obras de urbanización y edificación finalizadas o en ejecución, como la urbanización de la plaza del Castillo, la de la Calle Santa Maria o los conjuntos de viviendas de Protección oficial de la Calle Piñuelo y Cuesta de las Carnicerias. Las dos políticas se muestran necesarias y complementarias. En un conjunto histórico tan degradado como el casco antiguo de Requena, es imprescindible que exista una puesta en valor por parte de las distintas administraciones que actúe como motor, como impulso inicial hacia una rehabilitación integral. Esa puesta en valor debe realizarse en un doble sentido, material y funcional. Devolver el carácter de centralidad respecto al conjunto del cuerpo urbano por la vía de la implantación de usos actuales e instituciones compatibles con el patrimonio construido, que debe ser rehabilitado, recuperando, a la vez, la calidad del espacio público. Función y forma; contenido y continente. En un segundo estadio debe regularse y ordenarse las intervenciones en el cuerpo urbano secundario, en ese conjunto de edificaciones cuyo valor no reside en su realidad individual, sino en la pertenencia a un conjunto. En este contexto se da forma al Plan Especial como el documento donde se sintetizan las dos modalidades de intervención, con especial atención a la regulación y control de las intervenciones privadas, producidas en general, sobre la edificación con valor ambiental, soporte de la monumental. EL ESTUDIO PORMENORIZADO DE LOS EDIFICIOS DE LA VILLA. Metodológicamente se parte del convencimiento de que del conocimiento de la tipología característica debe surgir la base del sistema normativo. El estudio pormenorizado de la edificación constituye uno de los puntos de referencia de la redacción del Plan, es la base solvente sobre la cual es posible determinar las características significantes y significativas de la edificación, el porqué de su valor y, en consecuencia, determinar las transformaciones que pueden sufrir los edificios sin perder su carácter especifico. Se trata de efectuar una toma de datos sobre la edificación, con criterios de orden y categoría arquitectónica que permita elaborar un documento de clasificación y ordenación de la edificación. La estructura urbana se estudia a distintos niveles: * La parcela construida : La ocupación del suelo define una forma de espacio público. * La agrupación de parcelas : Que revela la organización elemental del tejido; papel fundamental del espacio público, posición de los monumentos, lógica de crecimiento. El edificio, tomado como objeto, se disecciona en diversas partes: * Volumen y forma del edificio: Es decir según la relación edificio/parcela, ocupación, volumen. * Esquema constructivo: Sistema de elementos portantes, disposición de crujías, organización de patios y escaleras... * Sistema de composición: Entendido tanto como sistema de proporciones, como repertorio de elementos compositivos (aleros, balcones, ventanas, rejerías...) que definen el carácter de su imagen urbana. Se ha trabajado sobre un total de 455 edificios, levantando todas sus fachadas, como queda reflejado tanto en las fichas individuales como en el levantamiento de los frentes de calle. Se dejan fuera los edificios situados en los Bordes Norte y Oeste, así como los existentes en los Bordes Sur y Este por entender que pertenecen, tipológicamente, al ensanche de la ciudad, y son transformaciones no compatibles con las del resto de edificaciones de la Villa. LA CLASIFICACIÓN. LOS TIPOS: Tipo “A”tipología característica Agrupa al 64,4% del total de las edificaciones, aportando los rasgos diferenciadores más importantes al conjunto de la Villa. Su distribución es homogénea en todo el ámbito del Plan, constituyendo el soporte del tejido urbano. Son viviendas ubicadas sobre parcelas con un frente de calle de unos 6 m. y profundidades de unos 10,5 m. Resueltas en tres o cuatro plantas, sin división horizontal. La planta baja reúne el acceso de personas e, históricamente, el de animales y carros de ayuda en las faenas del campo. Existe corral en la parte trasera si el espacio lo permite. Las habitaciones y estancias se desarrollan en las plantas superiores con una balconada grande acompañada de ventanas de reducidas dimensiones. El edifico se remata con la cámara, espacio destinado antiguamente al almacenaje de grano y demás productos del campo, incluso al gusano de seda en el siglo pasado. Sus acabados, ventanas y cerramiento no están pensados para ser habitados. El programa de vivienda se desarrolla sin patios de ventilación, con algunas estancias como alcobas, sin ventanas. El sistema constructivo lo constituyen muros de carga de adobe con algunos mampuestos y sillares de piedra, o ladrillo macizo, reforzando esquinas o resolviendo el encuentro con el terreno. Los forjados y estructura horizontal son de viguetas de madera, en ocasiones rollizos, con revoltón de ladrillo y cascotes, o tablero de madera. Las fachadas presentan una pequeña proporción de huecos en respuesta a las duras condiciones del clima continental. La cubierta es de teja árabe, sin ningún tipo de terraza. Son Viviendas cuyo origen es la tradición constructiva local, generada directamente por un sistema de vida vinculado fundamentalmente al trabajo en el campo aunque con una pequeña inclusión de actividades artesanales e industriales manufactureras de carácter familiares. Tipo “B”tipología compatible Engloba 74 unidades, el 16% del total. Son construcciones históricamente más recientes que el grupo primero, y que han perdido algunas de las características diferenciadoras de su tipo. No obstante le llamamos tipología compatible dado que comparten una iconografía común que las hace pertenecer a un conjunto reconocible. Sobre la misma base que el tipo característico, en este tipo desaparece la “cámara” dado que su uso ha desaparecido. Se adecuan a sistemas constructivos más modernos como el muro de ladrillo o bloque, abandonando la auto construcción. Tipo “C”tipologías singulares Engloba 50 unidades, el 11% del total. En el contabilizamos las Iglesias, los palacios y viviendas acomodadas, y todas aquellas construcciones significativas que articulan el tejido urbano constituyendo su columna vertebral. Históricamente son los edificios que definen y escenifican una forma de vertebración social, representando a los poderes sociales : familias, Iglesia, Ejercito, ... , la ciudad jerárquica medieval y precapitalista, Su disposición en el plano de la Villa nos marca los ejes fundamentales de la estructura urbana como son la calle Santa María y la calle del Castillo, con sus conexiones con los accesos más importantes a la Villa, la Cuesta del Cristo, el acceso por la Torre del Homenaje, y la Cuesta de Alcalá. Tipo “D”otras tipologías Engloba 40 unidades, el 9% del total. Este grupo recoge todas aquella edificaciones que se consideran tipos impropios o extraños a la Villa, que no son compatibles con los valores a proteger. Se incluyen también los solares. Clasificación de elementos compositivos La edificación reproduce un tipo homogéneo al repetirse patrones elementales generados por una misma lógica constructiva. Esta tradición constructiva se apoya en una particular producción artesanal en la que las fábricas y tapiales, los entramados, guarnecidos y solados son realizados por el maestro albañil, al tiempo que las manufacturas de hierro y madera se fabricaban en talleres artesanales que a su vez, perfeccionan los modelos y ensayan pequeñas innovaciones o anteponían soluciones particulares en balcones y rejas. APLICACIÓN DEL ANÁLISIS: LA REGULACIÓN NORMATIVA La explotación de estos patrones sencillos, modelados de acuerdo a las necesidades y la economía de Requena, constituyen la práctica edificatoria, temporalmente estable, a través de la que se configura el casco histórico de la ciudad. Por ello toda intervención, tendente a conservar la edificación y sus valores ambientales, debe instrumentarse en el sentido de reproducir las circunstancias que le han dado origen. Compatibilizar la necesidad de adecuación formal y funcional de un caserío y una trama obsoletos con el mantenimiento de su carácter patrimonial es el reto de la redacción de la Ordenanza. El Plan contiene un Catálogo en el que se incluyen las edificaciones singulares y aquellas cuya pervivencia se considera indispensable para la preservación del carácter de la trama. En ellos las posibilidades de intervención son limitadas persiguiendo la restauración y/o rehabilitación de su imagen urbana. El resto de edificaciones no catalogadas tienen un mayor margen de posibilidades, incluida la obra nueva, siempre apoyada en la utilización de los parámetros tipológicos derivados de los análisis previos establecidas en al articulado de la Ordenanza General. El articulado general establece los criterios dimensionales y las condiciones de partición y/o agregación de parcelas; el número de plantas y la composición de las fachadas a través de reglas de disposición de tipos de huecos reflejando sus posibles dimensiones; Igualmente se establecen criterios de utilización e interpretación del repertorio de soluciones constructivas tradicionales y del uso de materiales. En algunos casos la regulación de la edificación a través de una serie de normas que reproducen una tipología, se demuestra insuficiente para ordenar determinados conjuntos urbanos de especial complejidad. Puede ser necesaria la precisión de alguno de los parámetros urbanísticos que en la Ordenanza General se dan con carácter universal. Esta es la función de la delimitación de las Zonas de Ordenanza Particular, que complementan la regulación de aquellos conjuntos urbanos en los cuales se precisa la pormenorización de las determinaciones que, con carácter general, desarrollan tanto la Ordenanza General como la Ordenanza de Borde. Se completa el Plan con una serie de artículos en los que se establece el régimen de usos, la regulación de las obras de urbanización, utilización de materiales, criterios de protección arqueológica y de intervención en las abundantes cuevas del subsuelo de La Villa. |
HISTORICAL BACKGROUND Requena is on the natural road
from the inland plateau to the Mediterranean coast of Spain. The first
human settlements took advantage of a limestone platform measuring about 7
ha, at a tangent to the road and about 10 m above the surrounding plain.
These features made it an ideal natural defensive position for building up
a stable population. The shape and size of the platform are the physical
characteristics that determined the shape of La Villa, the historical
nucleus of the city. Iberians, Romans and Visigoths
are known to have settled here, but only traces of archaeological evidence
remain. The urban structure that is visible today largely dates from the
Moorish period and the considerable changes made after the Christian
conquest. The raised position and defensive character of La Villa explain
the town’s origins, rise and survival for centuries as a strategic
border crossing between Valencia and Castile. Following the last
large-scale modifications at the end of the 17th and beginning of the 18th
centuries, its layout has remained practically unchanged. The end of the War of
Succession marked the start of the town’s gradual loss of strategic and
defensive importance. The dawn of the Industrial Revolution demonstrated
the obsolescence of the urban layout, which was too restricted for the
changes that the new times required. The town then began to expand into
the plain between the old town and Las Peñas quarter and continued to
spread until the Plan Borso of 1941 definitively mapped the new town. La
Villa survived as a residential area but a sharp decline began at the end
of the 19th century. JUSTIFICATION FOR THE SPECIAL
PLAN The old town of Requena
retains the features that define a traditional pre-industrial town: it is
perfectly delimited and enclosed, in this case as a result of a
combination of geography and town walls; architecturally it is defined by
a series of higher buildings - monuments - that carry a symbolic and
representational charge and by a fabric of buildings that act as the
necessary background, opaque and granulated, to bring the social and
figurative hierarchy of the primary features into proper focus. There are monuments of
considerable value in their own right, such as the churches of Santa
Maria, San Nicolás and El Salvador, the Alcazaba or citadel and a number
of palaces of some merit, joined in this case by the mass of smaller
residential buildings that enables us to perceive an ensemble which has
remained practically unchanged for the past two hundred years. The
sequence of streets and squares makes it possible to grasp the heritage
value of the whole, an urban organism that has slowly developed over
centuries. These characteristics give La Villa considerable architectural
and urban design value and justify taking the necessary measures to
protect it. Its heritage value has been recognised in a number of
documents since it was declared a Historical and Artistic Complex in 1966.
INTERVENTION POLICIES Following the declaration of
1966, the protection policies that have been put into practice can be
classified into two strategic lines: * Protectionist policies,
designed to analyse and describe the asset protected and prevent
interventions that could alter the state of these assets. In principle,
these policies are based particularly on the main architectural features,
performing a guardianship and policing rôle. This line of action includes
listing the churches and town wall as monuments (1931), the 1966
declaration and the Preliminary Basic Studies for an Integrated
Rehabilitation Programme drawn up by the Public Works and Town Planning
Ministry’s Directorate General for Architecture and Housing from 1979
onwards, which was the first architectural approach to studying
Requena’s Historical Centre. * Interventionist policies,
designed to foster and guide specific operations to rehabilitate buildings
and upgrade public spaces. This group covers a number of rehabilitation
works on various monuments (church of Santa María, Alcazaba and Walls, El
Cid’s Palace) and the Action Plan for the Villa of Requena, which led to
an agreement in 1992 between the Town Council and the Directorate General
for Architecture and Housing. The direct forerunner of this Special Plan,
it established criteria for intervention in both public spaces and
buildings with the aim of channelling public funding strategically and in
an orderly manner. This document resulted in various urban refurbishment
and building works, finished or still underway, such as refurbishing the
Plaza del Castillo and Calle Santa Marta or the subsidised housing
developments in Calle Piñuelo and Cuesta de las Carnicerías. Both types of policy are
necessary and complementary. In such a run-down historical complex as the
old quarter of Requena, it is essential for the various levels of
government to upgrade it, acting as the driving force that provides the
initial boost for its integral rehabilitation. It needs to be upgraded
both materially and functionally. It must be restored to its place as the
centre of the whole urban body by introducing current uses and
institutions that are compatible with the built heritage, which must be
rehabilitated, and by simultaneously restoring the quality of the public
spaces. Function and form, content and container. The second stage
requires regulating and ordering the interventions in the secondary urban
fabric, the set of buildings that are valuable as part of a whole
rather than individually. This is the context that has
shaped the Special Plan, which synthesises the two forms of intervention,
paying particular attention to regulation and control of private
interventions. These generally take place in the buildings that have
ambient value, the medium in which the monuments are set. DETAILED STUDY OF THE
BUILDINGS OF LA VILLA The methodological starting
point was that the regulatory system must be based on a knowledge of the
characteristic building types. Detailed study of the buildings was
one of the points of reference for drawing up the Plan: it constitutes a
reliable basis for determining their significant and meaningful
characteristics and why they are valuable and, accordingly, for
determining the changes that may be made to them without jeopardising
their specific character. It entails collecting data on
the buildings, employing criteria of architectural order and category, in
order to draw up a document covering their classification and
organisation. Different levels of urban
structure were studied: * Built plots: land occupancy
defines a form of public space. * Plot grouping: reveals the
fundamental organisation of the fabric; essential rôle of public space,
position of the monuments, growth logic. The building, as an object,
was dissected into different parts: * Volume and form: according
to the building/plot relationship, occupancy, volume. * Construction scheme:
load-bearing system, arrangement of spans, organisation of courtyards and
staircases, etc. * Composition system: both as
a system of proportions and as a repertory of compositive elements (eaves,
balconies, windows, gratings, etc.) that define the character of its urban
image. A total of 455 buildings was
studied, drawing elevations of all their façades as reflected both in the
individual files and in the street frontage elevations. The buildings on
the north and west edges were excluded, as were those on the south and
east edges, as they were considered to be transformations that are not
compatible with the rest of La Villa’s buildings and belong,
typologically, to the new town. CLASSIFICATION. TYPES: Type A characteristic This group makes up 64.4% of
all the buildings and contributes the most important differentiating
features of La Villa as a whole. The buildings are homogeneously
distributed throughout the area covered by the Plan and constitute the
backbone of the urban fabric. They are residential buildings
on plots around 10.5 m deep with a street frontage of approximately 6 m.
They are three or four storeys high and are not divided into flats. The
ground floor has the entrance for people and, historically, for the
animals and carts used in the fields. There is a back yard where space
permits. The bedrooms and living areas are laid out on the upper storeys,
with a long balcony and small windows. The building is crowned by the ‘cámara’
or store, formerly used for storing grain and other farm produce and also
for cultivating silk worms. Its walls, windows and finishes were not
intended for human habitation. The layout of the dwelling does not include
light wells and some rooms are windowless bed chambers. The building system is based
on load-bearing walls made of adobe, with some rough stone and ashlars, or
solid bricks, to reinforce the corners or at ground level. The structural
floors and horizontal structures are made of wooden joists, or sometimes
tree trunks, with brick floor arches and rubble, or wooden planks.
The façades have a low proportion of openings in response to the town’s
harsh continental climate. The roof covering is tapered roll tiles,
without any type of terrace. The origin of these houses
lies in local building traditions, directly generated by a way of life
that was essentially linked to working the fields although it included a
small proportion of craft activities and family-based industrial
manufacturing. Type B compatible This type covers 74 buildings,
16% of the total. Historically, they are more recent than the first type
and do not possess some of their differentiating features. Nonetheless, we
have classified them as a compatible type because they share a common
iconography that makes them part of a recognisable complex. The basis is the same as for
the characteristic type but without the ‘cámara’, as its usefulness
had disappeared. They were built by more modern construction methods such
as brick or block walls, abandoning self-building. Type C unique This type comprises 50
buildings, 11% of the total. It includes the churches, palaces and wealthy
houses and all the significant constructions that articulate the urban
fabric and form its backbone. Historically, these are the buildings that
define and portray a form of social structure, as they represent its power
centres: the family, the church, the armed forces, etc., [in short,] the
medieval and pre-capitalist hierarchical town. Their position in the map of
La Villa marks the fundamental axes of the urban structure, such as Calle
Santa María and Calle del Castillo, with their links to the major
entrances to La Villa: the Cuesta del Cristo, the entrance from the Torre
del Homenaje or keep and the Cuesta de Alcalá. Type D others This type comprises 40
buildings, 9% of the total. It includes all the buildings that are
considered inappropriate or foreign to La Villa, which are not compatible
with the values to be protected. It also includes vacant plots. Classification of compositive
elements The ensemble of buildings
reproduces a homogeneous type, as they repeat basic patterns generated by
the same construction logic. This building tradition is based on a
specific craft process whereby masonry and tapial, frameworks, plaster and
pavings were made by the master builder, while iron and wood items were
manufactured in the workshops of craftsmen who would perfect the models
and try out small innovations or put forward their own solutions for
balconies and gratings. APPLICATION OF THE ANALYSIS:
CONTROL THROUGH REGULATIONS Employing these simple
patterns, moulded in accordance with the town’s needs and economy,
constituted the building practice that remained stable over time and
shaped the old quarter of Requena. Consequently, any intervention aimed at
preserving the buildings and their ambient values should be implemented in
such a way as to reproduce the circumstances that gave rise to them. The
challenge in drawing up the Ordinance is to make the need for formal and
functional adaptation of the obsolete housing stock and layout compatible
with maintaining its heritage character. The Plan contains a Catalogue
of the unique buildings and others that are considered essential for
preserving the character of the layout. In these cases the possibilities
for intervention are limited and what is sought is to restore and/or
rehabilitate their urban image. The remaining buildings, not listed in the
Catalogue, offer greater leeway, including new building, provided it is
based on employing typological parameters drawn from the prior analyses
set forth in the sections of the General Ordinance. The general sections
set out the size criteria and the conditions for dividing and/or joining
plots; the number of storeys and the composition of the façades through
rules for the arrangement of types of openings with their permitted
dimensions; and criteria for employing and interpreting the repertory of
traditional building methods and for the use of materials. In some cases, regulating
buildings through a series of rules that reproduce a building type is
insufficient for ordering particular, especially complex, urban groupings.
It may be necessary to provide a more detailed specification of some of
the General Ordinance’s urban design parameters for general application. This is the purpose of
delimiting Particular Ordinance Zones, which complement the regulation of
urban groupings where a detailed description of the decisions of a general
nature laid down in both the General Ordinance and the Edge Ordinance is
required. Finally, the Plan contains a
series of sections that establish the system of uses, the regulation of
urban refurbishment works, the use of materials and criteria for
archaeological protection and for interventions in the abundance of caves
under La Villa. |
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