El
fenómeno turístico |
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The tourist phenomenon Luis Mares |
El fin de
la guerra mundial (1945) presenta en Europa un conjunto de países
arrasados afectuando, fundamentalmente a Europa central.
Ante este panorama, la principal actuación que se aborda es la reconstrucción de esos países, que económica y culturalmente suponen el núcleo crucial de Europa, siendo necesidad primaria la creación de alojamientos para su población. Paralelamente, la industria inicia su despegue favoreciendo la movilidad de los grupos de población. Se reconstruyen carreteras, vías férreas, etc., y aparece la producción y lanzamientos de vehículos de coste y consumo acordes con la situación económica del momento. Automóviles como el legendario 2cv, los identificamos como portadores de un turismo pionero en España. Una vez cubierta esta etapa de reconstrucción y reactivación de las economías y a partir de ella (1960) es cuando podemos considerar el comienzo del llamado bienestar económico de Europa. Coincidiendo cronológicamente con esta situación general, en España se inicia una débil permeabilidad en las fronteras por relajamiento en las duras condiciones de acceso que se va incrementando con la llegada al poder de grupos tecnócratas una de cuyas decisiones es la fuerte devaluación de la moneda cuyo valor estaba artificialmente mantenido hasta ese momento por los poderes públicos. Las condiciones político-económicas mencionadas y la curiosidad que despierta el descubrir o redescubrir un país próximo y lejano a la vez, por haber permanecido largos años aislado y aletargado (25 aproximadamente), favorece la penetración de Europa hacia España. España ofrece inicialmente el goce de clima, paisaje y hasta gastronomía, a precios de saldo, siendo estos los factores originarios del movimiento turístico. Posteriormente la atracción se extiende al conocimiento de la cultura y la historia. Hasta aquí, ese turismo autónomo puntual, anárquico, curioso, que trata de descubrir por si mismo, sin estar dirigido ni programado podemos considerarlo como un turismo con valor de uso, es decir, el goce del clima y del paisaje sin inerme diarios lucrativos. La penetración de ese turismo comienza por los bordes limitativos del país y los procedimientos de transporte utilizados son los terrestres. El transporte aéreo no había iniciado aún su desarrollo. Receptores pioneros son la Costa Brava y Mallorca reincorporando esa actividad a experiencias anteriores al largo periodo de aislamiento. Continua las Costa del Sol, Alicante. Conformando una mancha que se va extendiendo por el perímetro mediterráneo del país saltando a las Islas Canarias. La consolidación del fenómeno turístico es ya un hecho y a partir de los años 60-70 adquiere figura de industria. Se afirma la comercialización y venta del clima y del paisaje lo que supone que el turismo pasa de ser un valor de uso a un valor de cambio. Una consecuencia de esta consolidación es la aparición en los años 70 de los tour operadores creados por grupos económicos y financieros que proponen y organizan el transporte y alojamiento de grupos lo que exige la mentalización del hábito de las vacaciones-viaje. Se precisa la creación de contenedores físicos adecuados por lo que se construyen hoteles en cuya financiación colaboran asimismo los touroperadores. Coincide en el tiempo el desarrollo tecnológico y económico del transporte aéreo facilitando la eliminación de barreras de distancia ampliándose con ello las áreas de consumo a zonas geográficamente más lejanas. Todo ello contribuye al incremento del flujo de turismo hacia España iniciando inversiones destinadas a promociones inmobiliarias en el sector. Coincide con esta situación la elevación del nivel de vida y poder adquisitivo de la población de España, produciéndose y posibilitando la apetencia a la posesión de una segunda residencia (temporal) lo que contribuye al aumento de la demanda. La demanda de alojamientos turísticos en las zonas costeras incide en la ocupación de suelo produciendo la especulación del mismo. La falta de ordenación urbanística en unos casos o el desinterés de las autoridades para exigir el cumplimiento de normativas existentes en otros comporta tolerancias en la ocupación y uso del suelo en forma desordenada. Consecuencia de la gran especulación del suelo es el caos que se produce en zonas del territorio llegándose en algunas de ellas a la destrucción del paisaje justamente cuando este fue uno de los factores determinantes del fenómeno turístico. La especulación incide asimismo en las arquitecturas generadas para el turismo en la Comunidad Valenciana ya que la demanda origina actuaciones que exigen operaciones rápidas con imágenes fácilmente comercializables produciéndose frecuentemente arquitecturas que pudieron incluso llegar a una cierta corrección partiendo de un mimetismo y a través de una elección de las mismas pero que finalmente degeneraron en arquitecturas pseudo-populares. No obstante en este número se realiza una muy interesante y exhaustiva selección de obras de destacado interés realizadas en el ámbito de esta Comunidad durante el periodo de desarrollo del turismo en ella. |
At
the end of the Second World War (1945), a series of countries in Europe
lay in ruins. The worst affected were those of central Europe.
In this situation, the first priority was the reconstruction of these countries which, economically and culturally, constitute the crucial nucleus of Europe. The primary need was to house the population. At the same time, industry began to take off, encouraging the mobility of the population. Roads, railways etc. were rebuilt and vehicles with appropriate cost and consumption levels for the economic situation of the time began to be produced and to appear on the roads. Cars such as the legendary 2CV are remembered as the bearers of the pioneering days of tourism in Spain. Once this stage of reconstruction and economic reactivation was completed (1960), the following period can be considered the start of so-called economic welfare in Europe. Coinciding chronologically with this general situation, Spain timidly began to open its frontiers, relaxing the stringent conditions for entry. The momentum increased when the ‘technocrat’ groups gained power: one of their decisions was a sharp devaluation of the peseta from the artificially high levels that the authorities had maintained until then. These political and economic conditions and the curiosity aroused by the discovery or rediscovery of a country which was close at hand yet at the same time distant, owing to the many years (approximately 25) of isolation and lethargy, encouraged the Europeans to travel down into Spain. Initially, Spain offered enjoyment of its climate and scenery, even good food, at rock-bottom prices: these were the factors that originated the tourist movement. Later, the discovery of its culture and history became added attractions. The occasional tourists of that time were independent, anarchic and curious; they were trying to discover Spain for themselves, not guided or programmed. We can consider this type of tourism as one of value in use, in other words the enjoyment of the climate and scenery without profit-making middlemen. The tourism that began to enter Spain was moving down from the border, using surface transport. The development of air traffic was still in the future. The pioneer destinations were the Costa Brava and Majorca, which recovered an activity of which they had had previous experience before the long period of isolation. The Costa del Sol in Alicante province was next. The area gradually extended all along the Mediterranean coast and crossed to the Canary Islands. Tourism, already consolidated as a phenomenon, became an industry in the 60s and 70s. The climate and scenery were actively marketed and sold and tourism shifted from value in use to value in exchange. One result of its consolidation was the appearance in the 70s of the tour operators created by business and financial groups to market and organize group transport and lodging. This required changing the mentality of the public to create the habit of travelling on holiday. It became necessary to create adequate physical containers, so hotels were built, which the tour operators also helped to finance. At the same time, technological and commercial advances in air transport helped to remove the barriers of distance, extending the areas of consumption to more distant parts of the globe. All of these factors contributed to a growing influx of tourism into Spain, leading to investment in the construction of developments designed for this sector. This situation coincided with a rise in the standard of living and purchasing power of the Spanish population which made acquiring a second (holiday) residence desirable and possible and helped to increase the demand. The demand for holiday accommodation in the coastal areas led to pressures on the supply of land, resulting in land speculation. The lack of zoning in some cases, and the lack of interest in enforcing the existing regulations in others, produced a tolerant attitude towards the disorderly occupation and use of the land. The savage land speculation brought chaos to certain areas, to the extent, in some cases, of destroying the scenery, even though this was one of the determining factors in attracting the tourists. Speculation also affected the architecture generated by tourism in the Valencian Community, as the demand was for developments that would be quick to build with an image that would be easy to sell. Consequently the architecture that was produced was frequently quite pleasant, based on imitation and choosing its models, but in the end degenerated into pseudo-popular styles. Nevertheless, this number of VIA-Arquitectura shows a very interesting and comprehensive selection of the most outstanding works of architecture dating from the tourist boom years in the Valencian Community. |
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