Concurso
Centro Cultural en Benidorm Benidorm Cultural Centre competition María José Aranguren José González Gallegos |
Insula | |
LAS PLAYAS SON LOS LUGARES FEMENINOS DE LAS COSTAS, FRENTE A ELLAS SUS PROMONTORIOS SIMBOLIZAN SU MASCULINIDAD THE BEACHES ARE THE FEMININE PARTS OF THE COASTS, AND IN FRONT OF THEM THE PROMONTORIES SYBOLISE GHEIR MASCULINITY JOSÉ ORTEGA Y GASSET |
En una
primera apreciación, el lugar donde hemos de insertar nuestra propuesta
se nos muestra como un territorio colonizado por el anonimato, que no
facilita al arquitecto el provechoso diálogo y arrastra a éste a un no
deseado monólogo. No obstante, pretendemos afrontar el reto planteando un
edificio que en su dimensión urbana y cultural sea un hito regenerador
capaz de despertar el alma del lugar y de sus habitantes.
Un paisaje habitado es un paisaje conocido, un ambiente con el que nos identificamos, en el que nos encontramos con nuestros semejantes y con nosotros mismos. El edificio ha de recoger el espíritu del paisaje y hacerle "hablar" por medio del lenguaje de la arquitectura. En términos de ORTEGA Y GASSET, y continuando el espíritu de la cita que encabeza esta memoria, buscamos incorporar en el edificio la geometría sentimental de la ISLA DE BENIDORM, la "Geometría de su bahía". Proponemos, en el solar objeto del concurso, una isla imaginaria que flota rodeada de realidad por todas partes. La etimología de ISLA, "INSULA", donde la raíz "sul" expresa la idea de brincar, saltar. Así "in-sula" es el trozo de tierra, el peñasco que ha saltado en medio de el mar. En nuestra propuesta, es el peñasco de tierra en el mar de la bahía de Benidorm el que ha saltado en medio de la trama urbana, es la memoria de la ensenada que se adueña de la ciudad, dando forma a sus espacios destinados a la CULTURA. No pretendemos competir con la altura y silueta de los alargados edificios anclados en la ciudad, sino dialogar con la memoria y la geografía existente en el lugar, arrancar el alma de Benidorm, exprimir el espíritu de su siempre presente bahía. A nuestra memoria acuden ejemplos como la Acrópolis o la ópera de Sidney. Hitos cargados de significación que coronan un desnivel o flotan sobre una ensenada adueñándose del espíritu del lugar. Proponemos que el edificio del Centro Cultural se perciba como una enorme cubierta rojiza, metálica, plataforma quebrada en continuo y suave descenso en zigzag desde la cota más elevada del cuerpo del telar hasta el gran cuerpo exterior cubierto de la entrada. Bajo estos planos inclinados, quebrados, cambiantes, el rostro del edificio y del marco en el que incide, se modela como un campo arado, surcado por sus pliegues y cortes en un movimiento fluido y armónico. Optamos por una expresiva propuesta, ya que vivimos con la permanente necesidad de imágenes dentro de un mundo gris, sin formas. Después de un viaje a Sidney es fácil que el recuerdo de esta ciudad sea su ópera sobre la bahía. Aquí partimos de un recurso más sencillo y adecuado a nuestros parámetros, el entrelazarse de las cubiertas con la línea del cielo pretende ligarse a la expresión del paisaje horizontal e inclinado de la bahía y la Isla de Benidorm. Acompañando a esta danza de planos ocres están los muros, con textura de hormigón armado, verticales y oblicuos, para así no detener el movimiento fluido del plano de cubierta. |
At
a first glance, the area where our proposal is to be inserted presents
itself like a territory colonised by anonymity, saying nothing of any
significance to the architect and dragging him into an unwanted monologue.
Even so, we intend to meet the challenge by creating a structure which in
its urban and cultural dimension will represent a regenerating landmark
capable of awakening the soul of the location and of the location and of
its inhabitants.
An inhabited landscape is a landscape that is well-known, an atmosphere which we can identify ourselves, in which we find ourselves with our fellows and with ourselves. The structure must pick up on the spirit of the landscape and make it "speak forth" by means of the language of architecture. In the language of ORTEGA Y GASSET, and continuing with the spirit of the quote that heads this statement of intentions, we seek to incorporate into the building the sentimental geometry of the ISLA DE BENIDORM (Island of Benidorm), the "Geometry of its bay" . We are proposing, for the plot which is the object of this competition, an imaginary floating island surrounded on all sides by reality. The etymology of the Spanish word ISLA, "INSULA", in which the root "sul" expresses the idea of leaping, jumping. "In-sula" is therefore the piece of land, the crag, that has jumped out into the middle of the sea. In our proposal, it is the crag of land in the sea of the bay of Benidorm that has leapt out in the midst of the urban section, the memory of the intent that possesses the city, giving form to its spaces that are destined for CULTURE. It is not our intention to complete with the height and silhouette of the elongated structures anchored in the city, but rather to dialogue with the memory and the geography which already exists in the area, evoke the soul of Benidorm, draw forth the spirit of its always present bay. Examples such as the Acropolis or the Sydney Opera House come to our minds. Landmarks changed with a significance that crowns an uneven piece of land or that floats over an inlet taking possession of the spirit of the place. We propose that the building for the Cultural Centre be perceived as an enormous reddish covering, metallic, a platform broken in continuous and gentle drop in zigzag from the highest level of the body of the frame to the large covered exterior body of the entrance. Under these inclined flat sections, broken, changing, the face of the building and the frame in which it influences, the building is modelled like a ploughed field, cloven by its cuts and folds in fluid and harmonic movement. We have opted for an expressive proposal, in that we are living with the permanent need for images within a grey world, with no forms. After a trip to Sydney it is easy that the memory of this city its opera house over the bay. Here we are beginning with a resource which is very simple and adequate for our parameters, the interweaving of the sky attempting to join with the expression of the horizontal and inclining landscape of the bay of the Isla de Benidorm. Accompanying this dance of flat ochres are the walls, with the texture of reinforced concrete, vertical and oblique, so as to not detain the fluid movement of the flat of the covering. |