Muelle
y embarcadero de cercanías. Puerto de Alicante Local terminal and quay. Port of Alicante |
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Arquitecto/Architect: Javier Garcia-Solera Vera Concurso de
diseño 1997 Proyecto/project: Obra/Construction: Colaborador/Collaborator: Promotor/Developer: |
Como ya quedo expresado en
la pequeña memoria que acompañaba la propuesta presentada a concurso, la intervención
se afronta con la idea de generar un espacio que, si bien surge de una necesidad
estrictamente funcional, quede convertido en un lugar que posibilite su disfrute por si
mismo convirtiéndose así en un autentico espacio público. Para ello se plantea una intervención decidida, con atención a lo preexistente y con un especial esmero en el tratamiento de las partes. Se propone un muelle asimétrico, que no valora por igual cualquier vista u orientación, que se gira para mirar en una dirección concreta y permite a su vez que las vistas desde el embarcadero no queden obstruidas por las embarcaciones. La construcción se eleva el mínimo posible en busca de una horizontalidad dominante que ha sido siempre una constante en cualquier visión portuaria, y en lo alto, en competencia con los contrapuntos verticales que forman en todo puerto las grúas y palos de vela, la construcción eleva decidida su propia vertical que saluda a quienes llegan a la ciudad. La ligereza de todo su tratamiento, el balcón sobre el agua, la calidad de sus materiales y encuentros, entroncan la construcción con toda la tradición de la construcción naval y la convierten en un punto singular que, en silencio, invita a la vista y el disfrute. |
As indicated in
the short description that accompanied the project submitted for the competition, this
project tackles the idea of generating a space which, although it arises out of a strictly
functional need, willbe turned into a place that can be enjoyed in its own right and so
become a genuine public space. A resolute intervention was therefore considered, paying attention to existing factors and taking particular care over the treatment of each part. The result is an asymetrical quay wich does not place the same value on all views or directions but turns to look in a particular direction. This, in turn, enables the views from the terminal not to be blocked by the shipping. The building is as low as possible, seeking a predominanthorizontality that has always been a constant in any view of a port. On high, competin with the vertical counterpoints of the cranes an masts of all ports, the building resolutely raises its own verticality to greet those who arrive at this city. The lightness of treatment throughout, the balcony over the sea and the quality of the materials and meeting points link this construction to an entire tradition of maritime construction and make it a unique point which silently asks to be visited and enjoyed. |
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