El proyecto parte de la idea de aprovechar los
aparcamientos vinculados a las terminales
aeroportuarias, para convertir los aeropuertos en nuevos
centros de atracción social e intercambio cultural. Con
este nuevo equipamiento enchufado a las terminales, las
plazas de aparcamiento se transforman en un espacio
potencialmente ocupable donde no será difícil encontrar
una exposición, una fiesta o un área para juegos infantiles
hasta que la plaza vuelva a ser requerida por algún
vehículo.
Los posibles usos a desarrollar en esta nueva
tipología seguirán una estrategia implosiva de forma que
los mas públicos se dispongan en la piel exterior (música,
desplazamientos) y los mas privados queden protegidos
en el núcleo estructural (áreas de descanso, talleres).
Con esta disposición nos protegemos del entorno
hiperactivo del aeropuerto en aquellas actividades que
necesiten un cierto aislamiento acústico. La morfología
de la pieza atiende a razones técnicas (altura máxima
permitida en aeropuertos, tamaño de las plazas,
estabilidad estructural) y a la idea de levantarnos para
mirar generando de esta forma una plaza publica
descontextualizada del entorno desde donde tengamos la
posibilidad de observar las operaciones que se den en la
pista de aterrizaje y donde nuestra única referencia
directa sea la torre de control que domina el paisaje
aeroportuario.
The project sets out from the idea of taking advantage of
the car parks linked to airport terminals to make airports
into new centres attracting social events and cultural
exchange. By plugging this new facility into terminal
buildings, car parking spaces are transformed into
potentially usable areas where an exhibition, a party or a
children’s play area could easily be housed until the space
is required once again by vehicles
. The possible uses to
be developed within this new typology would follow an
implosive strategy whereby predominantly public spaces
would be distributed around the external layer (music,
movement around the space) and the more private
spaces would be protected at the structural heart of the
building (rest areas, workshops). This layout protects the
activities that need some sort of acoustic insulation
against the hyperactivity of the airport. The project’s
morphology takes technical constraints into consideration
(maximum height permitted in airports, size of parking
spaces, structural stability) and uses the idea of gaining
height in order to look out. This generates a public area
that is decontextualised from its surroundings, from
where people can observe the manoeuvres taking place
on the runway and where the only direct point of
reference is the control tower that dominates the airport
landscape.