Foto aerea de la playa de La Albufereta. Hacia 1960 / Aerial photograph of Albufereta Beach. Circa 1960. |
Foto aerea de la playa de San Juan. Hacia 1965 / Aerial photograph of San Juan Beach. Circa 1965. |
Turismo
y arquitectura: la modernidad como respuesta
Tourism and architecture. Modernity as an answer |
Justo Oliva Meyer |
Antecedentes
Si nos situamos en Alicante a mediados de los años 50, podemos considerar la evolución en paralelo de dos procesos que en principio no tendrían porqué estar relacionados entre sí. Por un lado la arquitectura moderna está reiniciando, con los titubeos propios de todo comienzo, su camino en la historia de la arquitectura alicantina, con un pequeño y lógico desfase -en torno a un lustro- respecto a lo que estaba ocurriendo a nivel nacional en los grandes focos de cultura y de producción arquitectónica. Todo ello tras el drástico paso atrás que supuso la guerra civil y la imposición por parte de la dictadura de su nueva arquitectura neoimperialista. Por otra parte el mejor litoral de la ciudad de Alicante -el litoral norte, que comprende la accidentada bahía de la Albufereta y la rectilínea y llana playa de San Juan- comienza tímidamente a edificarse (1 y 2). También en este caso podemos y debemos hablar de un volver a empezar, ya que el primer intento de urbanizar esta franja del litoral se había producido en tiempos de la República. A comienzo de los años 30, Indalecio Prieto al frente del ministerio de Obras Públicas ya había concebido la zona que va desde la Serra Grossa hasta el cauce del río Seco de El Campello como apropiada para el uso vacacional de cara al turismo interior. Fruto de todo ello en el año 1933 se declara la zona como de utilidad pública, se promulga una ley para la construcción de la carretera de unión de Alicante con la playa de San Juan como complemento de la línea de ferrocarril ya existente, y se convoca un concurso nacional de anteproyectos para la construcción de una ciudad satélite de Alicante -que se denominaría "Ciudad Prieto"- y que debería constituir un foco de atracción turística que contara con hotel, balneario, campo de golf y campos de deporte. El concurso es ganado por Pedro Muguruza, que en su proyecto utiliza técnicas urbanísticas avanzadas para la época -zonificación, plan de etapas, estudio de equipamientos y red viaria- frente a una solución más formalista del arquitecto alicantino Gabriel Penalva fundamentada en unas alineaciones de gran potencia geométrica pero que no dejan clara su relación con el entorno en que se asientan. Tras el cambio en el gobierno de la República en 1934 en primer lugar, y el fratricida conflicto bélico de 1936 a 1939 en segunda instancia, el proyecto ganador queda prácticamente paralizado hasta finales de los años 50. Primeros indicios de modernidad Sin embargo como la demanda no es excesiva, van apareciendo durante los años 40 y primeros 50 pequeñas edificaciones que se van apropiando sin aparente competencia de la primera línea de playa, aunque este proceso se produce en mayor medida a partir de que el ferrocarril alcanza la costa, hecho que ocurre cerca del linde con el término municipal de El Campello (1). En aquellos tiempos en que el medio de locomoción propio era un lujo, la vía del tren -hoy importante barrera- suponía el mejor acceso posible a la residencia estival. Los casticismos en el mejor de los casos (3), o construcciones rutinarias, todavía eran las imperantes al finalizar la década de los 50, apropiándose de zonas privilegiadas del litoral (2). Aparecen poco a poco los primeros equipamientos hoteleros. En el
pequeño hostal "San Juan", proyectado en 1955 por Juan Antonio
García Solera podemos entrever los primeros atisbos de modernidad en el
ámbito de estudio. Es la primera obra reseñable de este arquitecto que
se había titulado en la escuela de Madrid dos años antes, y que con este
proyecto indaga en el lenguaje moderno no de manera radical, sino a
través de las formas, materiales y elementos que aporta la arquitectura
tradicional mediterránea. Los muros blancos y la teja árabe definen unos
volúmenes nítidos en el que el paño trapezoidal aparece constantemente
debido a la inclinación de los planos de cubierta. Aunque la voluntad
proyectual supera en este caso al edificio construido en un entorno hostil
frente a la vía del tren, las tensiones horizontales del dibujo
potenciadas por la utilización de fuertes manchas de tinta negra, y el
contrapunto de la piedra y del ritmo vertical de la chimenea convierten a
este edificio en nuestro punto de partida (4). |
Background
If we situate ourselves in the Alicante of the mid fifties, it is possible to consider the parallel evolution of two processes which initially had no reason to be inter-related. On the one hand, modern architecture was being reinitiated, with the natural hesitancy of any beginning, continuing the historical line of the architecture of Alicante, with a small and logical phase lag -around a five-year period- in respect to what was at that time occurring on a national level in the major focus points of culture and of architectonic production. All of this after the drastic step backwards brought on by the civil war and the imposition on the part of the dictatorship of a new neo-imperialist architecture. On the other hand, the prime coastal section of the city of Alicante -the north coast, which includes the broken bay of the Albufereta and rectilinear and flat beach of San Juan- timidly began to see construction (1 & 2). Also in this case we can and should make mention of a new beginning, as the first attempts to develop this section of the coast had been undertaken in the times of the Republic. At the beginning of the thirties, Indalecio Prieto, in charge of the Ministry of Public Works, had already envisioned the zone that runs from the Serra Grossa up as far as the Río Seco (dry river) of El Campello as being appropriate for holiday use with a view to domestic tourism. As a result of all this, in the year 1933 the area was zoned for public use, and a law was passed approving the construction of a road to join Alicante with San Juan Beach as complimentary to the already existent rail line. An invitation to tender for the presentation of preliminary projects for the construction of a satellite city to Alicante was announced on a national level -the city was to be called "Ciudad Prieto"- and it was to constitute a focus of tourist attraction that would include a hotel, spa, golf course and athletic installations. The invitation to tender was awarded to Pedro Muguruza, who in his project utilised urban techniques that were advanced for that time -zoning, phase planning, study of installations and network of roads, over a more formalist solution presented by the Alicante architect Gabriel Penalva, which was based on high power geometrical alineations, but which provided no clear relation with the environment in which they were to be implanted. After, first of all, the change in the Republican government in 1934, and secondly, the fratricidal military conflict from 1936 to 1939, the project which had been awarded the commission remained practically paralysed until the beginning of the fifties. First indications of modernity Demand, however, was not excessive, and small structures that began to appropriate the front line of the beach with no apparent competition began to appear in the 40s and at the beginning of the 50s, although this process was accelerated when the rail lines reached the coast near the boundary with the municipality of El Campillo (1). In those times it was a luxury to have one’s own means of transportation, and the train -today an important barrier- represented the best possible access to the summer residential area. The traditional structures in the best of cases (3), or routine constructions, were still predominant up until the end of the fifties, and appropriated the privileged areas of the coast (2). Little by little the first hotel installations began to
appear. In the small hotel "San Juan", designed in 1955 by Juan
Antonio García Solera it is possible to appreciate the first signs of
modernity as far as design is concerned. This is the first project we can
point out by this architect who had earned his degree two years before in
the school of Madrid, and with this project he enters into the modern
language not in a radical manner, but through the forms, materials and
elements provided by the traditional Mediterranean architecture. The white
walls and the Arabic tiling define the clear sharp volumes in which the
trapezoidal panel appears constantly due to the inclination of the planes
of the roof. Although intention in the project design exceeds in this case
the actual building that was constructed in a hostile environment in front
of the train tracks, the horizontal tensions of the drawing potentiated by
the utilisation of heavy black ink, and the counterpoint of the stone and
the vertical rhythm of the chimney make this building our starting point (4). |
Miguel López González. Apartamentos y restaurante para la constructora del Sudeste S.L. 1958, playa San Juan. Imagen de los bloques de viviendas / Miguel López González. Apartments and restaurant for Constructora Sudeste S.L. 1958, San Juan Beach. View of blocks of flats.
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